martes, 23 de abril de 2013

Sin terminar.

Como no puedo hablarte, escribirte, ni tampoco transmitirlo con una mirada, lo vuelco acá.
Extraño tu piel, tus besos, tu suavidad, tu soberbia, tu fortaleza esa que aparece en algunos momentos y esconde sensibilidad pura, mezclada con una genial personalidad que se muestra oscura.
Te podes escapar, te podes ir, pero nunca vas a darle esa misma libertad a tus pensamientos reprimidos.
Te escondes detrás de una pared de papel, en la que no alcanzo a susurrar, que en un instante se deshace y ahí estás vos tratando de salir de una pila de origamis que se ahogan en amor.
Te encuentro en el jamón con cara de oso, que se cree estrella de este lugar.